miércoles, 17 de octubre de 2007

Los niños y el tránsito.

El altísimo número de accidentes de tránsito que se producen en el país es provocado por la falta de educación vial y por el escaso respeto de los conductores por las normas que regulan la circulación vehicular.
A través de un relevamiento escolar multicéntrico y abierto realizado con más de 300 alumnos de entre 8 y 12 años de edad, corroboramos que la mayoría de los niños encuestados presentaba inconvenientes para interpretar las normas de tránsito.
El 51.5 % de los alumnos las ignoraba casi totalmente sin conciencia sobre la necesidad de respetar los principios elementales de seguridad, en bien propio y ajeno.
Por ejemplo, más de la mitad de los alumnos respondió de manera errónea cuando fue consultado si peatones y ciclistas debían respetar la luz roja en las esquinas y frente a los cruceros peatonales.
Los resultados concuerdan con la realidad de la situación observada en el Departamento de Urgencia de este Hospital, donde semanalmente ingresan 2 pacientes con lesiones de mediana a grave magnitud provocadas por accidentes de tránsito.
Como conclusión, verificamos que la enseñanza dentro del aula (educación para la seguridad), cuando se realiza : no es efectiva, obteniéndose mejores resultados combinando el aula con el trabajo en campo (clases prácticas en la calle con educadores y padres).
Sin embargo, este tipo de trabajos no tendrán efectos si los propios adultos no modificamos nuestras conductas, ejerciendo una docencia concientizadora y positiva sobre los menores, inculcándoles la valoración de un aspecto muchas veces ignorado de importancia vial, donde la vida juega un papel fundamental.

Introduccion:

Los accidentes de tránsito en nuestro país, son la primera causa de muerte entre los argentinos de 1 a 18 años de edad y producen una considerable cantidad de discapacidades transitorias y permanentes.
Más de 31 personas mueren diariamente en calles y rutas de nuestro país sobre todo por daño craneoencefálico.
Durante el año 1994 murieron alrededor de 1600 niños menores de 15 años , más que por SIDA , cáncer o cualquier otra epidemia moderna.
Frente a estas estadísticas sería lógico meditar porque extraña razón se le otorga mayor trascendencia a estas enfermedades cuya incidencia es sensiblemente menor.
Es así como para la Organización Mundial de la Salud ( OMS ), nuestro país tiene el triste privilegio de figurar entre los primeros del mundo en cuanto a mortalidad por lesiones accidentales pediátricas.
Hay consenso general que entre las principales causas que motivan esta exagerada tasa de mortalidad figura relevantemente la falta de una adecuada campaña de educación vial entre las variables accidentológicas más llamativas.

Los propósitos fundamentales del siguiente trabajo son :

1.- Motivar el deseo político de resolver el problema que generan las lesiones a los peatones durante la niñez.
2.- Demostrar las dificultades de interpretación de las normas de tránsito entre los niños en edad escolar y adecuar estrategias de acuerdo a sus edades.
3.- Colaborar para poder encarar seriamente campañas que permitan revertir este déficit educativo, que es a su vez, causa efecto del elevado número de accidentes durante la edad pediátrica.

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